La terapia Sacrocraneal
es una parte de la osteopatía, que surgió hacia principios
del siglo XX, a través del osteópata W. Sutherland D.O.
que descubrió la movilidad entre los huesos del cráneo
y comenzó a investigar sobre lo que llamó el mecanismo
sacro-craneal.
Más tarde
otras investigaciones científicas llevadas a cabo por diversos
osteópatas entre los que destacan J. Upledger, se basaron en
el funcionamiento del primer pulso que existe en el cuerpo humano y
el último que se tiene antes de dejar el plano físico.
Es el Pulso Sacrocraneal.
El sistema Sacro-Craneal
es un sistema que está contenido dentro de una gruesa membrana
impermeable (la Duramadre) que envuelve al cerebro y al cordón
espinal. La principal función de este sistema es la producción,
circulación y reabsorción del fluido cerebroespinal.
Este fluido se produce
en el sistema Sacro-Craneal y mantiene el ambiente físico equilibrado
en el que el cerebro y el sistema nervioso se desarrollan, viven y funcionan.
En la Duramadre
hay una producción de una subida y bajada de la presión
del fluido dentro del sistema Sacro-Craneal. El pulso de este fluido
es, otro tipo diferente pero es otro más aparte del que se produce
en el latido cardíaco o en la respiración, y es trasmitido
a todos los tejidos y estructuras del cuerpo como un movimiento involuntario
y espontáneo con ritmo determinado que oscila entre los seis-doce
ciclos por minuto.
Esta terapia es
una de las más suaves que existen porque las maniobras en su
mayoría son imperceptibles para adecuarse a ese ritmo.
El objetivo del
terapeuta sacro-craneal es evaluar y tratar este sistema de la forma
menos intrusiva posible, y usando la menor fuerza posible en la palpación
y en el tratamiento.
Cuando existe movimiento
desequilibrado, especialmente si está relacionado con la cabeza
y el sacro, las funciones normales del cuerpo pueden estar en conflicto.
Cuando las funciones corporales están afectadas, se puede desarrollar
algún síntoma. El terapeuta sacro craneal ayuda normalmente
al cuerpo a restablecer un movimiento equilibrado con técnicas
suaves y sutiles.
Esta terapia ayuda
a mejorar la calidad de vida en casos de parálisis cerebral,
epilepsia, hidrocefalia escoliosis y dislexia. Muchos de estos problemas
surgen del trauma del nacimiento al producirse lesiones craneales en
la cabeza del bebé, al nacer. Con unas cuantas sesiones a un
recién nacido se le puede recuperar la flexibilidad de este sistema
y se le pueden resolver muchos problemas posteriores.
En el caso de nacimientos
por cesárea también existen problemas, ya que no existe
compresión y descompresión del bebé en el canal
del parto, que es necesaria en el nacimiento para dar impulso a la respiración
secundaria (pulmonar), y por ello es también beneficiosa para
estos bebés.
Se han comprobado
muy buenos resultados en el caso de jaquecas, migrañas, sinusitis,
neuralgias, lumbago, ciática, dolores de espalda, depresiones,
pitidos de oídos, tics nerviosos e insomnio, que pueden provenir
tanto del trauma de nacimiento, de un accidente o de un golpe en la
cabeza o en el sacro.