Sagitario

La primera impresión que suele obtenerse de un Sagitario es la de una gran franqueza y un carácter abierto, características relacionadas con la amplitud de miras y con el planteamiento positivo, rápido y fácil de un proyecto o problema. Sin embargo, ellos no siempre saben solucionar bien las pequeñeces y conviene no molestarles con todo aquello que sea demasiado minucioso, insignificante, o sin importancia.
Tienen inclinación a estar tranquilos, aunque también tienen la necesidad psicológica de enfrentarse a un desafió, que aceptaran y dominaran con el gran entusiasmo que siempre están dispuestos a demostrar. Los Sagitario tienen una considerable capacidad para amar y una viva actitud hacia su pareja, que recuerda la de un joven estudiante (de hecho, algunos parecen eternos estudiantes en determinados aspectos, pues su ansia de saber es casi insaciable). En sus relaciones, necesitan una amplia libertad de expresión, por lo que requieren una pareja verdaderamente comprensiva y tolerante. No pueden consentir el ansia de posesión, comparable para ellos a la sensación que más odian: la claustrofobia.
Los niños de este signo son juguetones y tienen que ser “domados”.
Al crecer, pueden aficionarse muchísimo a los deportes o inclinarse por los serios temas académicos, pero lo recomendable es el equilibrio entre ambos.
Las regiones corporales de Sagitario es otro signo son las caderas, los muslos y el hígado. También le gusta bastante la buena comida y por ello le vendrá bien el ejercicio; Sus amigos deberían asegurarse de que lo haga. El estancamiento intelectual debe evitarse.